miércoles, 17 de diciembre de 2008

Crisis o agujero negro


El mundo está apalancado
¿quién lo desapalancará?
El desapalancador que lo desapalanque
buen desapalancador será.

Este conocido trabalenguas parece cobrar actualidad hoy en día. No cabe la menor duda, la causa de todos nuestros males es el apalancamiento excesivo de la economía, es decir la excesiva creación de dinero por parte de la banca.

La banca y los reguladores no son ajenos a la crisis sino causantes de la misma. La banca por dar crédito más allá de la prudencia y los reguladores por no haber controlado, a pesar de disponer de los medios para hacerlo, el exagerado crecimiento del dinero. Si tenemos que quedarnos con un culpable y solo uno, no tengamos duda los culpables principales de esta hecatombe son los reguladores y los bancos centrales. No permitamos que los burócratas se escapen de su responsabilidad descargándola sobre los inocentes que la sufrimos e intentando convencernos de que hay que incrementar el control y la regulación, es decir la burocracia.

La relación entre M2 y base monetaria es hoy mayor que nunca en el mundo, todo porque ese crecimiento de la M2 sin inflación ha permitido bastantes años de bonanza económica en los que nadie se hubiera atrevido a criticar la laxitud crediticia. ¿Era sostenible? ¿Se preguntaron los reguladores si era sostenible?. Ahora sabemos que no lo era.

Sin embargo, ¿puede decirse que los bancos centrales: Reserva Federal, Banco Central Europeo, Banco de Japón, etc. hallan practicado políticas monetarias relajadas?. Aparentemente no, han estado controlando las variables monetarias mediante el mercado abierto principalmente, con un único objetivo: el control de la inflación para preservar el valor de los ahorros.

Ahora hemos aprendido que el mayor apalancamiento de los bancos, es decir el apalancamiento de la M2 sobre la base monetaria supone una perdida de credibilidad del valor del propio dinero. Los bancos pasan a ser cada vez mas sensibles al riesgo de crédito en sus activos y el valor de los depósitos depende en última instancia del valor de los créditos en los que se han invertido.

Probablemente, la relación entre la M2 y la base monetaria debe estar controlada existan o no presiones inflacionistas, precisamente para preservar el valor del dinero. La preservación del valor del dinero pasa, antes que por la inflación, por la sanidad de las instituciones financieras que son depositarias del mismo y, por ello, el control de su apalancamiento es parte irrenunciable de la política monetaria.

Los bancos centrales controlan dicho apalancamiento mediante el coeficiente de caja (encaje o "reserve requierements"), es decir mediante el porcentaje de los depósitos de clientes que deben colocar las instituciones financieras en el banco central. El mecanismo es bueno, mejor dicho era bueno hace años, pero la enorme proliferación de medios de pago, dinero y cuasi-dinero que se escapa al encaje hace ineficaz el sistema.

Se ha inventado de todo para bordear los encajes. Los fondos garantizados son un ejemplo de como se puede captar dinero por las instituciones financieras sin estar sujeto a coeficiente de caja. Los bancos centrales se han quedado obsoletos, impasibles y sin saber que hacer.

El mercado abierto permite retirar excesos de dinero en el momento pero no ataca de raíz el problema del crecimiento, para ello hay que actuar sobre los encajes en su cuantía y en su regulación.

En cualquier caso, aquí estamos en los albores de una Hiper Depresión que parece va a dejar pequeña a la Gran Depresión. Lo que vivimos es histórico. El enorme apalancamiento seguido de la desconfianza ha producido un agujero negro que se traga lo que pilla en su camino y que no va a parar hasta que se restablezcan niveles prudentes de endeudamiento en economias domésticas y empresas.

Desapalancarse es muy duro y requiere tiempo. Es "downsizing" algo a lo que no estamos acostumbrados. Va a doler y mucho. No importa lo que digan o hagan las administraciones públicas. Es peor si pretenden ayudarnos a base de mayor deuda pública para salvar a las instituciones financieras, acabarán restando recursos que se presten al sector privado. Muchas empresas y particulares tienen que quebrar, no hay solución mágica.

Esto no es una crisis es un "black hole" y los economistas que nos conducen no tienen ni idea de Astrofísica (de economía tampoco) y la verdad, no tienen ni la más remota idea de qué hacer. En estas circunstancias lo mejor es que se queden quietos, no hay nada más peligroso que un idiota con iniciativa.