jueves, 5 de marzo de 2009

Big crunch financiero


La gran incógnita de la Cosmología actual es si la gran explosión (Big Bang) que supuso el inicio del universo desplegó suficiente energía como para que la expansión permanezca siempre o si, por el contrario, llegado un momento la fuerza gravitatoria comenzará a contrarrestar la expansión generando una contracción (Big Crunch) hasta un único punto, el de inicio.

Con el dinero sucede algo parecido, vivimos durante bastantes años momentos de expansión de las M2 creando dinero y sensación de riqueza y bienestar. Las autoridades monetarias del mundo perdieron el control de la expansión y el proceso de creación de dinero por los bancos genero un apalancamiento brutal, los precios subían por la propia facilidad de acceso a financiación.

Las entidades financieras se fueron apalancando multiplicando la base monetaria. A todo el mundo le parecía bien, no se generaba inflación probablemente por la propia composición de las cestas. El apalancamiento de los bancos crece además ayudado por el mercado de productos derivados.

Los Bancos Centrales y el Comité de Basilea de dejan llevar por las presiones de los "lobbies" bancarios y regulan la adecuación de capital de los bancos del mundo de una forma irresponsablemente relajada. Para los bancos cuanto más apalancamiento mayor riesgo, como sucede en las inversiones de mercado con créditos de margen.

En este contexto se produjo el detonante, que no la causa, el tema de las hipotecas "subprime". Se descubre que las titulaciones de hipotecas no eran tan seguras fundamentalmente porque los importes financiados no cubrían un margen suficiente de variabilidad del valor. Probablemente se infravaloró la correlación de todos los valores de las propiedades que se mueven al unisono en una u otra dirección.

Este descubrimiento abre los ojos a los bancos de todo el mundo como principales poseedores de estos activos. Descubren que, igual que en USA, las titulaciones realizadas en otros ámbitos geográficos también estaban contaminadas.
Se genera desconfianza entre los bancos, primero leve, luego moderada, finalmente severa. El dinero interbancario no circula, falta liquidez, los bancos comienzan a restringir el crédito. Aquí comienza la contracción: el big crunch.

El acceso a la financiación es más difícil, para colmo los Tesoros emiten deuda pública nueva tirando del futuro para financiar el presente. Eso retira liquidez y deja menos dinero disponible para el nuevo crédito. Todas las actuaciones públicas desde el plan Poulsen vienen a agravar aun más el problema.

El punto clave es que el mundo no resiste con confianza el riego inherente a un apalancamiento financiero tan grande. Es imprescindible desapalancar pero para ello es inevitable que el crédito sea escaso, que no crezca o que incluso decrezca. Hay que desapalancar a todas las administraciones privadas y públicas también.

Claro que eso es doloroso. Solo idiotas pueden esperar que se pueda reducir el apalancamiento mundial sin que se sacrifiquen valor de todos los activos y, posiblemente depósitos. El apalancamiento bancario es de tal magnitud que los estados no pueden garantizar los depósitos. Las declaraciones de las ampliaciones de la garantía al inicio de la crisis fueron una equivocación porque pusieron a buenos y malos en el mismo cesto y eso no es sano para que unos sobrevivan y otros no, pero tampoco permite que todos sobrevivan.

El "Big Crunch" va a doler mucho. Posiblemente lo de 1929 fue nada comparado con lo que nos espera. Desapalancarse es un proceso lento, lleva tiempo siempre y, es imposible si los responsables de la política económica creen que se pueden mantener las prestaciones sociales del pasado.

Que nadie crea que sin previamente encoger su tamaño va a venir un viento a favor que le va a hacer retornar a situaciones anteriores. El viento de recuperación vendrá cuando producto de la contracción se recuperen niveles de apalancamiento tolerables e incluso apetecibles para inversores.

¿Cual es ese límite?. Al menos tenemos un límite inferior que corresponde a niveles de apalancamiento compatibles con el restablecimiento del patrón oro o similar. Si se tuviera que llegar a ese límite el proceso sería el más doloroso de la historia económica mundial.

Es posible, probable y deseable, que se recupere la confianza mucho antes y que se encuentre la vía de recuperación económica. En todo caso, la lección debe ser aprendida, no podemos separarnos incontroladamente del patron oro y la supervisión bancaria es la base de la sostenibilidad de los modelos económicos y el rigor en en la misma es imprescindible para el futuro.

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